Salsa de Tomate y Albahaca para Pastas

Helga Glaesel de Blandingmayo 28, 2014

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Me ha hecho falta escribir mis notas, como regularmente lo hacía. Este año ha estado lleno de cambios y ajustes para mí, y simplemente no logro incorporarme completamente en mi rutina… ¡Pero aquí sigo!

Ahora más que nunca me inclino por recetas fáciles y rápidas. Siempre trato de tener salsa de tomate casera en la refrigeradora, lo uso para todo tipo de cosas y muchas veces es una verdadera salvación cuando necesito preparar una pasta rápida, o una pizzita a base de pan pita para mi hija. Para el desayuno la uso para echarle a los huevos, y a veces la agrego a mis recetas cuando piden salsa de tomate. Claro, la salsa de tomate comercial es muy conveniente, pero ya nos hemos acostumbrado tanto al sabor natural de nuestra salsa, y honestamente ya no nos gusta el sabor de las marcas comerciales. Quizá se tenga que invertir un poco de tiempo en hacerla, pero es muy fácil y pueden hacer una receta doble para guardarla en el congelador y tenerla lista para después. Y además, ¿No creen que todos los que cocinamos en casa deberíamos de saber hacer una buena salsa de tomate?

Helga

Salsa de Tomate y Albahaca para Pastas

Una receta original de The Foodies’ Kitchen
Rinde: aproximadamente 4 tazas

Ingredientes:
5 libras de tomates frescos, cortados a la mitad
2 cucharadas de aceite de oliva
2 cebollas medianas, picadas
3 dientes de ajo, finamente picados
1 taza de hojas frescas de albahaca
1 cucharadita de orégano deshidratado
1 hoja de laurel
1 cucharadita de sal

Preparación:

Echar el aceite de oliva en un sartén para asar grande a fuego medio. Agregar las cebollas picadas, ajo y los tomates. Repetir el proceso varias veces hasta terminar de asar todos los tomates.
Saltear de 6-8 minutos o hasta que las cebollas estén translúcidas y suaves, y los tomates estén dorados. Agregar las bogas de albahaca y cocinar hasta que estén suaves.
Usar un procesador de alimentos o una licuadora y volver la mezcla de tomate puré.
Colar el puré, y colocarlo en una olla para luego agregar el laurel, orégano y sal.
Dejar hervir a fuego bajo por 20 minutos.
Ajustar la sazón y agregar un poco de azúcar (y si digo un poco, no queremos que la salsa tenga sabor a ketchup, así que agreguen el azúcar por pizcas) para cortar la acidez si fuera necesario. Si quieren evitar azúcar, pueden remplazarlo con un poco de sirope de agave.
Mantener en refrigeración en un recipiente hermético.